Wall Street empezó a juntar préstamos hipotecarios -títulos respaldados por hipotecas- y a vender porciones de esos paquetes a los inversores. Y así ganaron mucho dinero, así que empezaron a presionar a los prestamistas, diciéndoles, venga, necesitamos más hipotecas. Los prestamistas ya habían concedido préstamos a los clientes con buen historial crediticio, así que fueron hasta el fondo. Rebajaron sus exigencias. Antes, necesitabas una puntuación crediticia de 620 y un desembolso inicial del 20%, ahora aceptan 500, sin pago inicial. Y el comprador, el tipo normal de la calle, asume que los expertos saben lo que están haciendo. Se dice a sí mismo, "si el banco quiere prestarme dinero, es que puedo permitírmelo". Así que alcanza el sueño americano. Se compra la casa. Los bancos sabían que los títulos respaldados por hipotecas basura eran arriesgados. Así que para controlar su riesgo, los bancos empezaron a comprar algún tipo de seguro. Si las hipotecas fallan, las compañías de seguros pagan permutas de incumplimiento crediticio. Los bancos aseguran sus pérdidas potenciales para eliminar el riesgo de sus libros y poder invertir más, ganar más dinero. Y cuando muchas empresas aseguraron estas cosas, una fue lo suficientemente estúpida para asumir un riesgo increíble. A.I.G. -¿Y cuando me pregunten por qué hicieron eso? -Primas. Centenares de millones en primas. A.I.G. pensó que el mercado inmobiliario continuaría creciendo, pero entonces sucedió lo inesperado. Los precios de las casas bajaron. Los pobres tontos que compraron la casa de sus sueños... El bajo interés inicial de sus hipotecas subió. Sus recibos aumentaron. Dejaron de pagar. Los MBS se hunden. A.I.G. tiene que pagar los seguros a todos, en todo el mundo, al mismo tiempo. No puede pagar. A.I.G. se hunde. Cada banco que aseguraron de repente tiene en sus libros pérdidas masivas. Y entonces todos ellos se hunden. Todo se derrumba. -¿Todo el sistema financiero? ¿Y qué digo cuando me pregunten por qué no estaba regulado? -Nadie quería. Estábamos ganando demasiado dinero. (Diálogo de Too Big to Fail)
