Mantente sencillo, bueno, íntegro, serio, amigo de la justicia, indulgente, amistoso, pero resuelto en el cumplimiento de tus deberes. Venera a los dioses, acude en ayuda de los hombres. Sé en todo discípulo de Antonino. Imita su energía para actuar conforme a la razón, su constante carácter equilibrado, la serenidad de su rostro, su dulzura, su desdén por la gloria banal, su ardor por el trabajo. Jamás abandonaba un problema antes de haberlo resuelto y de haber decidido. Soportaba los reproches injustos. No se precipitaba con nada. Rechazaba la calumnia. Estudiaba con atención los caracteres y los hechos. No injuriaba a nadie. No era ni tímido ni suspicaz. Se contentaba con poco para sí mismo. Era magnánimo. (Marco Aurelio)
Con él llegó a su fin la mejor serie de dirigentes del mayor imperio. Un hombre capaz sembraba el terreno para la aparición de otro.
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