Los cambios en la conducta imposibles de explicar juegan muchas veces a favor de la esperanza. El místico más ardiente tiene momentos de duda. El moralista más rígido puede cometer pecados vergonzosos. El egoísta puede hacer una obra de caridad de resultados incalculables
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1 comment:
Chapeau por este post. De eso van ciertos milagros cotidianos.
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