Sorpresa

Me extrañaba que nadie lo viera tan claramente, no dije nada, y seguí con lo de siempre. Tenían tan poco futuro como pareja que no merecían el menor esfuerzo. No valía la pena contar con la posibilidad de que lo suyo prosperase. Intervino demasiado la rutina al elegir el regalo y su bonita envoltura. Para un final menos instantáneo, mejor no asumir tanto y observar más. Las atracciones físicas allanan el camino y envían señales más claras; al menos para quedarse la mitad de perplejo. ¿Sabe alguien algo de alguien?