A un paso

Contesté con una línea el mensaje de G., que no decía nada de nada. Estiré lentamente el pie izquierdo y cayó al suelo la torre de revistas que acababa de ordenar. Quedó abierta de frente la del artículo de Goethe. No me resistí a leer el pasaje de Fausto: Todo parece como un sueño angustioso donde reina la confusión sobre el desorden, y la falta de ley es la ley, creando un mundo de errores interminables.

Sin par

Amar a otro como a uno mismo, según el mandamiento de Cristo, es imposible. El hombre está atado a la tierra por la ley de la personalidad. El Ego lo retiene atado. Sólo Cristo pudo hacerlo, pero Cristo es un perpetuo y eterno ideal al cual el hombre busca acercarse. (Dostoievski, Diario personal, 1864)

Aceptación

Volvimos a hablar muy mal de la capacidad de algunos de nuestros profesores. Coincidimos mucho en las cualidades que echábamos de menos. Mientras escuchaba rehice en distinto orden una lista de elogios agradables de oír: Aspecto, inteligencia, generosidad, creatividad, condiciones emocionales, bondad, integridad, ética del trabajo, habilidades prácticas, dignidad, capacidad de liderazgo, sinceridad, sabiduría práctica.

Naturaleza propia

Me pareció que extendía enormemente el campo de lo imprevisible al decir que las emociones se unen, se disipan, crecen y decrecen en presencia de otras emociones y del paso del tiempo. Igual que los productos químicos, se combinan para crear nuevas sustancias, que pueden ser creativas, inertes o explosivas.

Marca indeleble

Me considero una mujer alegre, un espíritu positivo. Me gusta la gente, soy extrovertida; me gustan las largas tertulias, contar historias rodeada de gente. Me gusta hacer amigos, saber de las personas con las que estoy, conocer sus cosas, confiarme a ella...s y que ellas me den su confianza. Me encanta polemizar; soy una rebelde y nunca doy una batalla por perdida. Siempre encuentro un motivo para seguir adelante, siempre encuentro la botella medio llena. Creo que soy buena amiga. Soy sincera, a veces demasiado sincera. También soy ingenua respecto de la voluntad de las personas; tiendo a creen en la buena fe; y eso me ha causado algunos “disgustillos”. Pero no me ha cambiado. Me cuesta asumir que me han engañado, o mentido; o que mi percepción respecto de la actitud de una persona era equivocada; pero cuando tacho a alguien por lo que yo considero una traición personal, lo tacho para siempre. (Rosa Díez, descripción en su Facebook)

En su sitio

Ciertamente los alemanes empezaron, pero no debemos tomar al demonio como ejemplo. (lord Salisbury sobre el bombardeo de la RAF sobre objetivos civiles, 1943)

El pueblo británico examinó con contenido desasosiego la descripción del bombardeo de Hamburgo. Un 20% de las vidas perdidas correspondía a niños. Justificar la necesidad de eliminar civiles en general ya había sido muy difícil. El Bombardero Harris se quedó sin título nobiliario a diferencia de los otros mandos superiores. Sus hombres no recibieron su propia medalla de campaña.

Por extensión

Hace dos mil años era un orgullo decir civis romanus sum. Hoy, en el mundo de la libertad, uno puede estar orgulloso de decir Ich bin ein Berliner [...] Todos los hombres son libres, donde quiera que vivan, son ciudadanos de Berlín, y, por ello, como un hombre libre, estoy orgulloso de decir Ich bin ein Berliner!
(J.F.Kennedy en Berlín Occidental, 26/06/1963)

Experiencias

Sometimes I have wanted to go to war.
The stories are always good — Thermopylae
Was good, the Gallic campaigns were as good
As you could get against barbarians,
The Crusades were outright inspirational.

Everyone ought to go off to a war
Before he is too old to have the good
Of it. The people we call pacifist
Forget (or never learned) the power of it,
The sense of godliness killing provides.
[...]
(War, Robley Wilson)

Deja, lanza mía, de ser usada para que te cubra con su tela la araña. (Erecteo, Eurípides)

Tornas

Tere me contó el viaje de sus padres de vuelta a Alemania. Los descontentos perdían su nacionalidad como lección y aviso. En la frontera checa, cerca de Dresden, tuvieron que entregar sus identificaciones. A alguien se le ocurrió tirar la suya debajo del asiento de un vagón. Los agentes de Interior y seguridad tuvieron que arrodillarse para recoger casi todas.

Ciencia cierta

En el país del no me acuerdo
doy tres pasitos y me pierdo.
Un pasito para allí,
no recuerdo si lo di.
Un pasito para allá
¡Ay, qué miedo que me da!
[...]
(María Elena Walsh)