Dudaba mucho de que tuviéramos un camino común que recorrer, pero no imaginaba que el tiempo pudiese cambiarlo tanto. Apenas podíamos reconocer el amigo cercano que fue una vez. De entre todos nosotros el silencio fue el más elocuente. Me quedo con la imagen que guardaba aunque sea la menos real.
3 comments:
tu texto resulta familiar...no puedo precisar por qué, supongo que tendrá que ver con experiencias parecidas.
la devastación provocada por la distancia desemboca en una torrencial lluvia de lágrimas ahogadas y en un nudo ilocalizable en el vientre como una extenuación infinita que nunca cesa de drenar y preguntar y no poder hacer nada y no saber que hacer
En los últimos años he experimentado que la distancia nos hace idealizar personas, lugares y circunstancias.
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